3 ejercicios efectivos para aliviar el dolor ciático
En ocasiones, el estrés y las preocupaciones diarias desvían nuestra atención de las señales de alerta que nos envía nuestro cuerpo. En el caso de la ciática, la severidad y duración de las dolencias pueden aumentar hasta convertirse en enfermedad crónica, afectando la calidad de vida de quien la padece.
Comúnmente, el dolor del nervio ciático se presenta únicamente de un lado del cuerpo, ya sea en glúteos, piernas y/o rodillas.
La principal causa es el desplazamiento o desviación de un disco de la columna, lo que causa una presión sobre este nervio lo que, a su vez, afecta otras terminaciones nerviosas. Por eso, el dolor puede llegar hasta los pies.
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La ciática puede afectar actividades tan sencillas como caminar o permanecer sentado. Y en casos graves, un movimiento ligero (como toser o estornudar) puede causar dolores difíciles de soportar, aún con reposo completo.
Generalmente, las principales formas de paliar estos síntomas son analgésicos y fisioterapia. En este caso hablaremos sobre las bondades del ejercicio pues ésta es, sin lugar a duda, la forma de tratamiento que otorga los resultados más efectivos y prolongados.
Objetivos terapéuticos
Valga una advertencia pertinente: antes de adoptar cualquier rutina de ejercicios, se insta a los pacientes a no intentar tratar la ciática por sí solos y consultar a su médico.
Así, para el caso de la ciática, un programa de ejercicios específico, controlado y progresivo cumple dos propósitos principales:
- Reducir el dolor ciático a corto plazo
- Proporcionar acondicionamiento para evitar la reaparición del dolor
Para esto, la valoración y diagnóstico en una clínica de fisioterapia con personal certificado permitirá identificar la causa real del dolor, como puede ser una hernia discal lumbar o una estenosis vertebral.
Asimismo, la evaluación permite reducir las posibilidades de que se trate de un problema más grave.
Dicho esto, y sin más preámbulos, éstas son las tres áreas más comunes en que se enfocan los programas de ejercicio para aliviar la ciática:
1. Fortalecimiento de los músculos del tronco
Su objetivo es dar soporte a la columna vertebral, así como a los músculos, ligamentos y tendones que la apoyan. Así, estos ejercicios no sólo se centran en la parte inferior de la espalda, sino también en los músculos abdominales (el estómago), los glúteos (nalgas) y los músculos de la cadera.
Fortalecer las cadenas musculares del tronco de manera uniforme promueve una correcta alineación de la columna, facilitando los movimientos que la estiran o la giran y reduciendo así las probabilidades de lesión o daño.
2. Estiramiento de músculos isquiotibiales
Los músculos isquiotibiales se ubican en la cara posterior del muslo. Cuando están demasiado tiesos e inflexibles, estos músculos aumentan la tensión en la parte inferior de la espalda y muchas veces empeoran (o hasta provocan) algunas de las afecciones que llevan a la ciática.
Usualmente, el estiramiento del tendón de la corva es uno de los componentes fundamentales de una rutina comprensiva de estiramientos.
3. Ejercicios aeróbicos de bajo impacto
Además de mejorar el estado físico general, el acondicionamiento aeróbico promueve el intercambio de líquidos y nutrientes que propician la curación. Y por si fuera poco, su práctica libera endorfinas, que son los analgésicos naturales del cuerpo.
Caminar, nadar, rutinas acuáticas o ejercicios con cuerdas en suspensión, son formas de ejercicio cardiovascular de bajo impacto.
Consejos finales
En todo momento, las rutinas anteriores se deben realizar bajo la dirección de terapeutas certificados en medicina física y rehabilitación para determinar no sólo la intensidad y frecuencia de las mismas, sino también la aplicación de técnicas complementarias como masoterapia, láser terapéutico, electroterapia o punción seca.
Asimismo, el paciente debe estar consciente de que sólo la constancia en las sesiones de rehabilitación le ayudará a lograr una recuperación completa.
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