5 razones por las que podrías sufrir incontinencia urinaria al correr
Domingo a las 5 de la mañana y ya estás despierta. Tu mente y tu cuerpo están preparados desde hace meses para esa carrera de 10 kilómetros que tanto deseabas correr. Llegas al lugar y, ¡horror! Tu vejiga te reclama ir al baño.
Afortunadamente, la organización puso baños portátiles suficientes así que haces lo tuyo y regresas a la salida para la largada inicial. Y… ¡arrancas!
Empiezas con buen ritmo y todo parece ir de acuerdo al plan cuando, a mitad de la carrera, de repente sientes que no puedes aguantarte y que se escapa un chorro de orina…
Tranquila: este padecimiento, conocido como incontinencia urinaria de esfuerzo, es más común de lo que parece. Y muchas mujeres (y algunos hombres) que hacen running te lo pueden confirmar.
Síntomas y factores contribuyentes
Este padecimiento ocurre cuando los músculos del suelo pélvico, que se encuentran en la parte inferior de nuestra pelvis y que apoyan la labor de contener la orina, se vuelven débiles o no funcionan.
Y es que los órganos el aparato urinario –la vejiga, el esfínter y la uretra– dependen del sostén y la fortaleza del suelo pélvico para su normal funcionamiento.
A la larga, un suelo pélvico deteriorado puede favorecer los eventos involuntarios de escape de orina, que se pueden agravar con los impactos continuos que se producen al correr, saltar o bailar. Aunque también pueden ocurrir al toser, reírse o estornudar con fuerza.
Pero la actividad deportiva de alto impacto y los trastornos del suelo pélvico no son los únicos factores implicados: la falta de tono muscular, el exceso de movilidad de la uretra y la vejiga, que la uretra no cierre bien y una actividad de las fibras nerviosas, también pueden contribuir a este padecimiento.
De acuerdo con Laura Rojas, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, un veinte por ciento de las mujeres que tienen pérdidas de orina durante el deporte elimina totalmente esta actividad de su vida, por sólo un cuarenta por ciento de ellas cambia de disciplina.
Las 5 principales causas
El debilitamiento de los músculos del suelo pélvico puede ser causado por:
- El embarazo y el parto vaginal.
Aquellas mujeres mayores de 45 años y que hayan tenido uno o más partos, pueden tener el suelo pélvico ligeramente distendido.
- Cirugía de la zona pélvica o de próstata (en hombres).
Sin una correcta práctica y rehabilitación, este tipo de intervención quirúrgica puede dañar músculos o nervios que ayudan a controlar la micción.
- Hiperpresiones abdominales.
Los abdominales clásicos o el levantamiento de peso (halterofilia), o hasta una postura incorrecta al utilizar el inodoro, pueden provocar una contracción excesiva del área abdominal.
- Traumatismos.
Lesiones adquiridas del cuello vesical y/o uretral o traumatismos vaginales pueden debilitar este grupo de músculos en el canal urinario.
- Sobrepeso.
Estudios sugieren que la sobrecarga del suelo pélvico producida por la obesidad, en el caso de las mujeres, favorece la incontinencia por estrés, es decir la incapacidad de contener la orina al estornudar, toser o durante la actividad física.
¿Debo dejar de correr?
Para saber si correr es bueno o malo para el suelo pélvico, debes tener en cuenta aspectos tales como:
- ¿Cuál es el estado de tu suelo pélvico?
- ¿Cuánto esfuerzo realizas al correr? Es decir, ¿cuál es la intensidad del ejercicio?
- ¿Cuánto tiempo corres?
¿Cómo me recupero?
En opinión de la fisioterapeuta Irati Azkargorta, el primer paso para vencer la incontinencia de esfuerzo es no “tapar” el problema y acudir con tu médico (o ginecólogo) de confianza para conocer las opciones de tratamiento disponibles.
La fisioterapia especializada también te puede ayudar a valorar el estado y la gravedad de la situación, así como recomendarte una serie de ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y el abdomen.
En TherapyCord contamos con fisioterapeutas dedicados a la rehabilitación del suelo pélvico, así como con la tecnología de punta para el diagnóstico y el seguimiento.