Artritis reumatoide: 6 técnicas de fisioterapia que ayudan a aliviarla
Se estima que una de cada 100 personas en México padece artritis reumatoide (AR), una enfermedad inflamatoria que genera dolor, rigidez, hinchazón y movimiento limitado de las articulaciones y sus tejidos circundantes de manera crónica.
Es un mal que no tiene cura y que afecta al organismo de forma sistémica por lo que, de no atenderse pronto, puede generar secuelas que afecten la calidad de vida de las personas que la padecen por el resto de sus días.
En este artículo te compartimos los principales síntomas y factores de riesgo de la artritis reumatoide, así como las técnicas de terapia física que ayudan a restaurar la movilidad y funcionalidad de las articulaciones.
Prevalencia y síntomas de la artritis reumatoide
La AR es una enfermedad autoinmune, es decir, se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error los propios tejidos del cuerpo.
Aunque aún no se conocen las causas de este trastorno, se cree que la predisposición genética aumenta en un 70% las probabilidades de padecerlo.
Esto provoca cierta vulnerabilidad a factores ambientales, lo que a su vez deriva en infecciones que desencadenan la enfermedad. La enfermedad de Lyme, la bacteria Prevotella del intestino y el parvovirus son ejemplos de infecciones detonantes de AR.
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Adicionalmente, un posible factor es el hormonal ya que las mujeres son más propensas que los hombres, con un estimado de tres de cada cuatro pacientes con AR en México, según datos del Inapam.
Factores adicionales que aumentan el riesgo de desarrollar AR son:
- La edad, especialmente a partir de los 40 años.
- El sobrepeso y la obesidad, especialmente en mujeres de hasta 55 años.
- El tabaquismo, que hace que se forme un mayor número de anticuerpos desencadenantes.
En cuanto a los síntomas, estos varían de una persona a otra. Algunos de estos son:
- Dolor de las articulaciones a la palpación
- Fatiga
- Malestar general (fiebre y pérdida del apetito)
- Pérdida de peso
- Dolor osteomuscular difuso (articulaciones calientes, hinchadas o rígidas).
Pero no sólo las articulaciones resultan afectadas, ya que la enfermedad autoinmune se puede extender a órganos del cuerpo como piel, ojos, corazón, sistema nervioso, pulmones, sangre y aparato músculo-esquelético.
Diagnóstico, tratamiento y terapia física
Para diagnosticar la artritis reumatoide, los médicos toman en cuenta la historia médica del o la paciente, y realizan el examen físico y estudios pertinentes.
Con esta información, pueden prescribir medicamentos eficaces para reducir el dolor, controlar la inflamación de las articulaciones y prevenir el daño articular.
Asimismo, pueden recomendar terapias y tratamientos complementarios que corrijan problemas de postura, movimiento y funcionalidad.
Uno de los enfoques más conocidos es el de la terapia ocupacional, dirigida por expertos en el campo del aprendizaje y que se encarga de “enseñar” a los pacientes con AR las formas más seguras y eficientes de realizar sus actividades diarias o de trabajo.
El terapeuta ocupacional también promueve el uso de férulas o dispositivos especiales de adaptación y asistencia que brinden una mayor independencia.
Adicionalmente, en una clínica de terapia física y rehabilitación en México como TherapyCord, las y los pacientes con artritis reumatoide pueden recibir tratamientos integrales que utilizan tecnología y métodos alternativos para aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad. Algunos de los más destacados son:
Masaje de tejido profundo
Consiste en la manipulación de las capas superior e inferior de músculos y tejidos, con presión intensa y concentrada por parte del fisioterapeuta. Se utiliza para reducir la tensión o el dolor de músculos y tejido conectivo.
Terapias de calor o frío
Uso de compresas, bolsas u otras técnicas de aplicación de frío o calor en forma temporal, con el fin de reducir la rigidez y el dolor en la artritis. A veces se usan de manera alternada.
Baño de parafina
Es una técnica especial para la aplicación de calor. Consiste en el uso de cera derretida y aceite mineral mediante equipos especiales –conocidos como parafinadores– como el Parabath.
Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (ENET)
Consta de un aparato con electrodos que se adhieren a la piel cercana a la articulación con dolor y que mandan impulsos eléctricos suaves a los nervios del área.
El principio de aplicación es distinto de acuerdo al tipo de ENET ya que mientras algunos se enfocan en inhibir las señales de dolor mediante una gran estimulación de fibras nerviosas, otros buscan que el cuerpo libere endorfinas.
Retroalimentación
Se utiliza un equipo eléctrico muy sensible que monitorea ritmo cardiaco, presión sanguínea, temperatura y tensión muscular, y manda un impulso para provocar la conciencia de la reacción del cuerpo a la tensión y al dolor.
Si se combina con técnicas de relajación y meditación, el o la paciente puede aprender a controlar algunas de las respuestas de su cuerpo al dolor.
Ultrasonido
Se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para reconfortar articulaciones y músculos adoloridos.
En TherapyCord somos una clínica especializada en rehabilitación ortopédica, con fisioterapeutas certificados y tecnología de punta para ir a las causas del dolor. Visítanos y recibe un tratamiento integral que te ayude a recuperar movimiento articular.