¿Cómo ayuda la fisioterapia a la rotura del menisco?
La rotura de menisco es una de las lesiones de rodilla más frecuentes y provoca dolor, hinchazón y rigidez. Puede producirse por un giro brusco o una rotación agresiva de la rodilla, así como por frenar y girar repentinamente; incluso arrodillarse, ponerse en cuclillas o levantar algo pesado puede provocar esta afección.
Los meniscos son piezas de cartílago en forma de «C» que actúan como amortiguadores entre la tibia y el fémur. Cada rodilla tiene dos meniscos.
Causas
La rotura de menisco es una de las lesiones más frecuentes en la rodilla y tiene diversas causas:
- Traumática. Impacto directo o indirecto.
- Degenerativa. Deterioro con el paso de los años.
- Mecánica. Malas posturas.
- Deportiva. Debido a movimientos bruscos de rotación con la pierna apoyada en el suelo o un movimiento de flexión excesivo.
Síntomas
Estos signos y síntomas son los más comunes:
- Sentir que la rodilla va a estallar
- Hinchazón o rigidez
- Dolor, especialmente al girar o torcer la rodilla
- Dificultad para extender la rodilla por completo
- Sentir que la rodilla está trabada o bloqueada al tratar de moverla
Tratamiento fisioterapéutico
El tratamiento de la rotura del menisco puede ser a través de cirugía y la fisioterapia es parte primordial de la rehabilitación, ya que es necesario retomar la movilidad, así como volver a establecer el tono muscular y recuperar la estabilidad de la articulación.
Después de una rotura de menisco, es necesario:
- Hacer reposo de 24 a 48 horas.
- Aplicar frío para desinflamar la articulación y reducir el dolor.
- Realizar un vendaje compresivo, es decir, comprimiendo el área tanto como sea posible para proteger la articulación.
- Mantener la pierna elevada para facilitar el drenaje del líquido sinovial, es decir, el líquido que reduce la fricción entre los cartílagos y otros tejidos en las articulaciones para lubricarlas y amortiguarlas durante el movimiento.
La rehabilitación consiste en:
- Terapia para reducir el dolor.
- Drenaje para sacar el líquido inflamatorio.
- Técnicas para ganar movimiento.
- Ejercicios para aumentar la fuerza muscular.
Hay personas que prefieren no realizar intervención quirúrgica porque no presentan síntomas o no les afecta tanto en la vida diaria, sin embargo, hay que tomar en cuenta que el menisco no se repara, es decir, no se regenera por sí solo.
El riesgo de padecer rotura del menisco es particularmente alto para los atletas, en especial los que participan en deportes de contacto, como el fútbol, o en actividades en las que se pivota sobre la rodilla, como el tenis y el básquetbol. El riesgo también aumenta con la edad, debido al desgaste de las rodillas.
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